Virtualmente todos los navegadores tienen hoy en día modos privados (Chrome lo llama Modo Incógnito). En estas condiciones, el navegador no mantiene un registro de donde has estado. En teoría, y de hecho de forma frecuente, puedes usar estos modos para no dejar pistas sobre donde has estado.
Pero la posibilidad de que el modo privado te proteja disminuye en un ordenador de empresa. Es muy posible que este equipo contenga algún software que rastree todo lo que hagas en él (si eres padre, puede que uses un software similar para controlar los hábitos de navegación de tus hijos).
Recuerda que en este caso no es tu ordenador. Pertenece a tu jefe, quien tiene el derecho legal y (en mi opinión) moral de saber lo que ocurre en él. La empresa podría perder grandes cantidades de dinero por el ataque de algún malware, así que tiene buenos motivos para limitar lo que tu puedes hacer con la conexión a Internet que pertenece a la compañía.
Pero tengan sentido las normas de tu empleador o no, tienes que seguirlas. Y a menos que te hayan dicho explícitamente lo contrario (y puede que incluso en ese caso), deberías asumir que el ordenador de la oficina te está espiando, tanto en el trabajo como cuando te lo llevas a casa.